28.5.10

Yupiiii


Upss, me sorprendieron con las manos en la masa ... tomando una siestita en la camita!!

6.5.10

Recuerdos que no voy a olvidar


Muchas cosas han pasado desde que comenzó este año. Pero lo que más me ha afectado, sin duda, es la partida de mi abuelita adoptiva, la Olga. Nunca pensé que ella se podía ir en algú momento, me parecía siempre muy lejano, porque no me imaginaba la vida de mis amos sin ella. Desde que llegué a esta familia, ella siempre estuvo presente, en todo. Era una viejita muy sabia y muy simpática.

Recuerdo que yo iba siempre a verla a su depto, con mis dueños, y ella se ponía feliz, ni se fijaba en las huellas de tierra que dejaba en la cocina. Incluso me daba comida a escondidas, por debajo de la mesa de diario. Y me hacía siempre cariño en el lomo, jamás le daba asco acariciarme. Increíblemente, a pesar de la dificultad que tenía en sus huesitos, se acercaba a mí, y me pedía que me subiera en sus piernecitas.
Y cuando ella venía a verme, ¡qué alegría! Me dejaba olerla de arriba abajo y me echaba a su lado. Jamás me retaba. Cuando hacíamos asados me daba pedazos de carne con sus propias manos, y yo me quedaba siempre con ella, por si caía algo.

Es la única persona que nunca me retó ni me gritó. Ojalá hubiesen más personas como ella en el mundo, tan buena con los animales como nosotros.

Incluso fue a ver a mis hijos cuando nacieron.


La extrañaré mucho, y mis amos más todavía. Hace mucha falta en sus vidas. Pero seguro que está allá arriba con mis otros amigos peludos, y con todas las macotas que ella cuidó en su casa con tanto cariño.
¡Espéranos allá arriba!

Te quiero!